miércoles, 19 de enero de 2011

El mago de Oz, L. Frank Baum


Casi todas las grandes naciones cuentan con una obra inmortal de fantasía. En Estados Unidos, la fantasía clásica por antonomasia es El mago de Oz, de L. Frank Baum. Cuando se publicó por primera vez, en 1900, tuvo un gran éxito entre el público infantil, aunque hubo de pasar más de medio siglo para que los críticos, educacores y bibliotecarios reconocieran por fin sus méritos. Quizás haya quien piense que la novela debe su fama a Judy Garland, cuando en realidad fue al contrario: la imaginación de Baum fue el artífice de la consagración de Judy.

"El folclore, las leyendas, los mitos y los cuentos de hadas han acompañado la infancia a lo largo de los siglos, pues todo niño sano siente una edificante e instintiva atracción por las historias fantásticas, maravillosas y manifiestamente irreales. Las hadas aladas de Grimm y de Andersen han llevado más felicidad a los corazones infantiles que todas las demás creaciones humanas.
Sin embargo, el viejo cuento de hadas, que ha servido durante generaciones, podría ahora ser clasificado de «histórico » dentro de la biblioteca infantil, pues ha llegado la hora de una nueva serie de «cuentos de maravillas» donde ya no aparezcan los estereotipados genios, enanos y hadas, con todas las horripilantes peripecias inventadas por los autores para transformar cada relato en una espantosa moraleja. La educación moderna incluye la moral; por lo tanto, el niño moderno sólo busca entretenimiento en sus cuentos de maravillas y renuncia de buena gana a todos los detalles desagradables. Con esa idea en mente, la historia del «maravilloso Mago de Oz» ha sido escrita sólo para dar placer a los niños de hoy. Aspira a ser un cuento de hadas modernizado, que conserva las maravillas y la alegría y prescinde de las angustias y las pesadillas". L.Frank Baum, Chicago, abril de 1900.

Os esperamos el sábado 12 de febrero de 2011 a las 11.30 horas en tu biblioteca.

martes, 4 de enero de 2011

Peter Pan y Wendy, de J.M. Barrie

«Todas las primaveras, excepto cuando se le olvida, viene Peter Pan a buscar a Wendy para llevársela al País del Nunca Jamás, donde ella le cuenta mil cuentos de los que él mismo es el héroe, y que Peter escucha con ansiedad. Cuando Wendy crezca, tendrá una niña que, a su vez, será la madrecita de Peter Pan; y así sucederá siempre, siempre, mientras los niños sean alegres, inocentes...y un poquito egoístas». Así termina la fascinante aventura de Peter Pan, el niño que no quería crecer, y la de Wendy, la niña que después creció; de cómo viajaron con la celosa hada Campanilla al paraíso de la fantasía; de cómo conocieron a los niños perdidos a quienes Wendy contaba historias todas las noches, y de cómo se enfrentaron a los terribles piratas y al rencoroso capitán Garfio.

Peter Pan y Wendy es una novela fantástica que ha cautivado a niños y adultos, generación tras generación, quizá porque Peter Pan es el símbolo de la eterna infancia y el héroe que todos los niños y adultos quisieran ser.

James Matthew Barrie (1860-1937) fue un hombre de aspecto aniñado, pequeño de estatura y voz de timbre agudo que siempre le confirió una apariencia mucho más joven. Su carácter fue igualmente infantil y era entusiasta de los juegos y la mímica. Una mañana, paseando con su perro san Bernardo Porthos por los jardines londinenses de Kensigton entabló amistad con unos niños que jugaban acompañados de su niñera. Eran los hermanos Davies y fueron los primeros que escucharon las historias de Peter Pan. Se encontraban a diario y Barrie inventaba para ellos relatos fantásticos de un niño que vivía solo en el parque y hablaba con los pájaros y las hadas.

El próximo sabado 15 de enero de 2011 viajaremos al País de Nunca Jamás a compartir aventuras. Os vemos a las 11.30 horas.