Kenneth
Grahame nació en 1859 en Edimburgo, cuna de grandes escritores. Tuvo
una infancia peculiar, pues perdió a su madre cuando sólo tenía
cinco años, y su padre, incapaz de hacerse cargo de sus cuatro
hijos, los envió a vivir con su abuela a una gran casa en el campo,
«The Mount», en el pueblo de Cookham Dene, Berkshire. El recuerdo
de la gran mansión en la campiña próxima al Támesis le acompañará
siempre. Quiso entrar más tarde en Oxford, pero su familia renunció
a financiarle los estudios y acabó trabajando en el Banco de
Inglaterra, del que llegaría a ser Secretario en 1898.
En
1908, en plena Edad Dorada de la literatura infantil inglesa,
aparece El viento en los sauces. Recibida al principio
con tibieza, la obra llevaba, cuarenta años después, más de cien
ediciones publicadas: se había convertido en un clásico popular.
El
río donde viven Topo, Ratón, Tejón, Sapo, las nutrias y los demás
habitantes de este «nuncajamás» es una Arcadia tranquila, fuera
del espacio y el tiempo, donde animales humanizados -en el más noble
sentido del término- conviven apaciblemente. Más allá, el Bosque
Salvaje, peligroso pero bello y nada ajeno a los habitantes de la
Orilla del Río, y, aún más lejos, el Ancho Mundo, al que es mejor
no asomarse. Grahame nos cuenta, con gracia y gran lirismo, las idas
y vueltas de Topo, Ratón y Tejón, las locuras de Sapo y los
avatares aventureros pero cotidianos que todos ellos corren.
Nos volveremos a ver después del verano. Espero que disfrutéis de estos días de un merecido descanso.
Os esperamos el sábado 6 de octubre de 2012 a las 11.30 horas. Buena lectura (y buen chapuzón).
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